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Personas con Baja Visión

¿Qué es la baja visión?

Las personas con baja visión experimentan una importante reducción de su visión, que no mejora con el uso de gafas, lentillas o tratamientos farmacológicos o quirúrgicos. Esto les supone una dificultad para realizar algunas actividades de la vida diaria. Puede deberse a muchas causas como enfermedades oftalmológicas (degeneración macular, glaucoma, retinopatía diabética, retinosis pigmentaria…) o también por lesiones neurológicas, enfermedades infecciosas, malformaciones congénitas y accidentes. Debido a esto, dentro de lo que se conoce como baja visión no existe una sola manera de ver, sino que los síntomas visuales pueden ser diferentes: visión borrosa, parcheada, deslumbramiento, ceguera nocturna, visión en túnel, pérdida de contraste, alteración en la percepción de los colores…

Se puede decir que una persona tiene baja visión cuando tras la mejor corrección óptica, su agudeza visual es menor del 30% en el mejor ojo o si tiene un campo visual inferior a 20 grados. Sin embargo, en España, para que una persona pueda considerarse “ciega legal” su agudeza visual debe ser menor o igual al 10% o tener un campo visual menor o igual a 10 grados en el mejor ojo. Esto quiere decir que existen personas con discapacidad visual que, aunque no llegan a ser consideradas como ciegas, tienen graves problemas de visión y superando en número a las que sufren ceguera.

En España más de dos millones de personas tienen esta condición, pero menos del 5% han sido rehabilitadas. La cifra en la Unión Europea es de unos 20 millones, según la OMS. En los países desarrollados, 1 de cada 6 personas mayor de 65 años tiene baja visión y la proporción aumenta con la edad: 1 de cada 4 con más de 70 años, hasta 1 de cada 2 a partir de los 80. La baja visión está estrechamente relacionada con la esperanza y la calidad de vida

Vídeo para la concienciación sobre la baja visión (Retinosis Gipuzkoa Begisare)

Movimiento “Tengo Baja Visión”

En 2013 aparece el distintivo “Tengo Baja Visión” y campañas de difusión debido a la necesidad percibida por las organizaciones de discapacitados visuales del Estado de sensibilizar a la población sobre la existencia de esta condición. Estas campañas buscan hacer entender que la vista no es algo que simplemente se tiene o no se tiene, sino que existen puntos intermedios que a veces no pueden ser corregidos con medios ópticos, farmacológicos o quirúrgicos. Debido a que muchas veces las personas con baja visión pueden ser malinterpretadas e incomprendidas (ojos aparentemente sanos, pueden no usar gafas de sol o bastón pero tener dificultad para realizar movimientos o caminar y orientarse aunque no para leer…) aparece el distintivo “Tengo Baja Visión” para identificar a las personas que tienen este tipo de discapacidad visual como complemento a otros sistemas de soporte como el bastón (que normalmente se asocia a personas totalmente ciegas) y que permite que las personas con baja visión sean identificadas, visibilizadas y comprendidas.

Distintivo que utilizan las personas con baja visión

Este movimiento lo forman varias asociaciones de personas con discapacidad visual de toda España y cuentan con la colaboración de distintas ópticas e incluso la Gerencia del Área de Salud de Mérida.

Cualquier persona con baja visión puede solicitar el distintivo, que consiste en una chapa con un símbolo de un ojo verde aquí. Esta iniciativa no tiene ánimo de lucro y el precio de los distintivos es el de producción y envío.

Además del distintivo, se han desarrollado aplicaciones móviles que pueden utilizarse con gafas de realidad virtual para experimentar los distintos síntomas visuales que tienen las personas con baja visión y así concienciar a la población. También existe el Teléfono del Ojo, desarrollado por la Asociación Acción Visión España, para informar, orientar y asesorar no solo a las personas con baja visión, sino a sus familiares, cuidadores e incluso a profesionales sanitarios. Para solicitar información, sólo debemos marcar el número 900 900 505.

Vídeo explicativo acerca del Teléfono del Ojo (Acción Visión España)

Esta iniciativa se trata de un movimiento con presencia en toda España. En nuestra comunidad podemos obtener más información en las redes sociales a través de Retina Castilla y León y dentro de nuestra localidad, en Retina Salamanca.

¿Qué podemos hacer desde Atención Primaria?

Además de los estudios de agudeza visual en la infancia, desde Atención Primaria también se puede trabajar con pacientes adultos que tengan baja visión. Debido a que la mayoría de las patologías que derivan en baja visión lo hacen de forma progresiva, podemos preparar al paciente y a su familia para afrontar los cambios físicos, psicológicos y sociales que van a experimentar.

Para empezar, conviene que los pacientes acudan a revisiones tanto oftalmológicas como óptico-optimetristas periódicas para que se les prescriban ayudas visuales para mejorar de forma óptima el resto visual útil.

En la consulta, podemos dar los siguientes consejos:

  • Mantener una buena iluminación en casa y utilizar luz directa sobre las tareas que realiza. Por la noche se puede dejar encendida una luz de baja intensidad.
  • Para la lectura, utilizar libros y novelas con letras más grandes de lo habitual sobre un fondo más blanco (los libros electrónicos permiten ajustar el tamaño de la letra) y para escribir, utilizar bolígrafos negros para facilitar la lectura posterior.
  • Adaptar el entorno retirando obstáculos en los lugares de paso y retirar o fijar las alfombras al suelo. Colocar cintas de colores en los bordes de los escalones e instalar enchufes e interruptores de colores que contrasten con el de la pared.
  • Usar teléfonos y relojes que tengan números grandes.
  • Para comer, favorecer los contrastes: usar platos claros sobre manteles oscuros o platos oscuros sobre manteles blancos; así como servir la comida clara en platos oscuros y viceversa.

A las personas del círculo social y familiar del paciente recomendaremos:

  • Tenderles los objetos directamente en el mano o indicar lo que estamos haciendo.
  • Saludarles y presentarnos si ellos no nos saludan por la calle y avisarles de cuándo nos vamos, para que no se queden hablando solos.
  • No asustarnos si nos piden ayuda y escuchar sus indicaciones y peticiones, ellos preguntarán si necesitan más detalles.
  • Dirigirnos directamente a ellos, no a sus acompañantes.
  • No utilizar gestos para responder, usar principalmente el leguaje verbal y evitar palabras como “mirar”, “ver” u “observar”.
  • Es habitual que las personas con baja visión utilicen bastones blancos o perros guía. Si tenemos dudas sobre cómo ven, preguntaremos con naturalidad.

Para guiar a una persona con baja visión:

  • Ofreceremos nuestra ayuda si creemos que la necesitan.
  • Antes de agarrarles, les avisaremos para que no se asusten.
  • La persona con baja visión caminará un paso por detrás de nosotros agarrada de nuestro brazo.
  • Indicaremos cuando un paso se estreche moviendo el brazo que tienen agarrado hacia atrás.
  • Para indicar dónde está un asiento, llevaremos su mano al respaldo.
  • En presencia de escaleras y escalones, pararemos ligeramente y avisaremos de si suben o bajan.
  • Dar un buen margen a la hora de evitar obstáculos.
  • Evitar indicaciones como “aquí” “ahí” y decir preferiblemente “delante” “a la derecha”, “arriba” … También debemos evitar expresiones como “cuidado” para no asustar; en su lugar daremos información más precisa.

La baja visión es una condición intermedia entre la visión y la ceguera que pocas personas conocen pero que afecta a gran parte de la población, especialmente a medida que aumenta la edad. Por ello, desde atención primaria podemos preparar de forma precoz a nuestros pacientes con baja visión a afrontar esta condición, que cambiará su vida y la de su red social a través de consejos, herramientas de información y asociaciones de pacientes. Asimismo, es importante sensibilizar a la población acerca de este tipo de discapacidad visual y visibilizarla de una forma positiva aportando información útil tanto para los pacientes como para la sociedad.

Fecha de última modificación: 14/11/2019