Infografías, Infografias para pacientes, Infografias para profesionales

Dieta en el paciente con insuficiencia renal

La insuficiencia renal crónica es una pérdida progresiva de la función renal que se prolonga en el tiempo, de modo que los riñones ya no son capaces de llevar a cabo adecuadamente sus funciones. La función principal del riñón la desempeña como órgano excretor: regula el balance hídrico y depura el cuerpo, eliminado a través de la orina productos de degradación o de desecho cuyo exceso resulta perjudicial para el organismo.

Entre las causas de la IRC encontramos infecciones de vía urinaria, del riñón o sistémicas que afecten al riñón, medicamentos que afecten al riñón, traumatismos, tumores, enfermedades renales adquiridas o hereditarias, diabetes mellitus (más del 20%), hipertensión arterial, ateroesclerosis o cálculos de la vía urinaria.

Y entre los signos y síntomas que pueden manifestar estos pacientes se encuentran: el cansancio y falta de energía, anorexia, dolor óseo, dificultad para concentrarse, retención de agua, náuseas y vómitos, problemas para conciliar el sueño, piel reseca y comezón. En estadios más avanzados son más característicos: disminución en la cantidad diaria de orina, edema, mal aliento, anemia, alteraciones en el balance de calcio y fósforo, acumulación de potasio en la sangre (hiperkalemia), es frecuente que se presente o agrave la hipertensión arterial.

Nuestro objetivo será retrasar el avance de la enfermedad y aplicar de forma exhaustiva las medidas higiénico-dietéticas y terapéuticas que minimicen la morbi-mortalidad cardiovascular.

La dieta deberá ser:

  • Variada.
  • Equilibrada.
  • Adecuada en energía.
  • Ordenada.
  • Adaptada: según la fase.
  • Complementada: Si precisa algún aporte nutricional.

Por tanto, cuando aparece una insuficiencia renal crónica, la alimentación adquiere papel muy importante en la calidad de vida del enfermo, por lo que éste debe saber que una alimentación adecuada es fuente de salud y calidad de vida del enfermo. Y es aquí donde la enfermería, tiene un papel primordial.

Por ello hemos creado una infografía que nos sirva de ayuda en la consulta de atención primaria para realizar una adecuada educación para la salud en estos pacientes, y que además, pueda servirles de apoyo a ellos para conocer la alimentación que deben seguir.

Autores: Aidén Sánchez Rodríguez, Raquel Alonso Castronuño, Marta del Río Gil, Ángela Sotelo Hernández, Mario Roncero Rodríguez, Patricia Turrión Martín

Bibliografía:

  1. Guía de nutrición en pacientes con enfermedad renal crónica [Internet]. Portal de Salud de la Junta de Castilla y León. [citado el 29 de marzo de 2022]. Disponible en: https://www.saludcastillayleon.es/sanidad/cm/facm/1349309/1007737-Gu%C3%ADa%20Nutrici%C3%B3n%20Enfermedad%20Renal%20Cr%C3%B3nica.pdf
  2. Documento Marco sobre Enfermedad Renal Crónica (ERC) dentro de la Estrategia de Abordaje a la Cronicidad en el SNS [Internet]. Sanidad.Gob.es.[citado el 29 de maro de 2022]. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/Doc_enfermedad_renal.pdf
  3. Guía de Práctica Clínica sobre la Detección y el Manejo de la Enfermedad Renal Crónica [Internet]. Guía Salud. [citado el 1 de marzo de 2022]. Disponible en: https://portal.guiasalud.es/wp-content/uploads/2018/12/GPC_559_ERC_IACS_compl.pdf
  4. Proceso asistencial integrado para la prevención y la atención a las personas con enfermedad renal crónica. [Internet]. Portal de Salud de la Junta de Castilla y León. [Citado el 29 de marzo de 2022]. Disponible en: https://www.saludcastillayleon.es/profesionales/es/procesos-asistenciales/procesos-asistenciales-gerencia-regional-salud/enfermedad-renal-cronica.ficheros/1367294-PAI%20Enfermedad%20Renal%20Cr%C3%B3nica.pdf

Fecha de última modificación: 03/04/2022

Actualidad, Sesiones EIR

DIETA EN LAS ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO

Cómo ya sabemos, la dieta es un aspecto fundamental para llevar a cabo una vida saludable en nuestros días. Sin una dieta variada y equilibrada las posibilidades de sufrir una enfermedad crónica a medida que avanzan los años es mayor. Del mismo modo, es de vital importancia seguir una dieta adecuada en las patologías propias de cada paciente para evitar empeoramientos de la misma.

La dieta varía en cada caso dependiendo de la patología que se padece.En este caso nos vamos a centrar en las dietas a seguir por los pacientes que poseen enfermedades digestivas. Algunas de las recomendaciones mas apropiadas a seguir en estas patologías, son las siguientes:

Imagen obtenida de freepik: Vector de Comida creado por pch.vector – www.freepik.es
  • Dieta para úlcera péptica y gastritis:

En este proceso es importante evitar alimentos que estimulen la secreción gástrica entre los que se encuentran los siguientes:

  1. Café, descafeinado, alcohol, etc.
  2. Condimentos picantes y salados.
  3. Caldos y extractos de carnes.

También hay que evitar irritantes físicos y químicos:

  1. Vegetales crudos, pan integral, frituras, embutidos, etc.

En las reagudizaciones es pertinente llevar a cabo una dieta absoluta durante los tres primeros días, para posteriormente iniciar una dieta progresiva evitando los alimentos mencionados.

Por el contrario, la dieta más apropiada para los pacientes con úlceras pépticas sería la llamada dieta ovolactofarinácea, que consta de  alimentos como:

  1. Huevos
  2. Cereales
  3. Purés de patatas
  4. Productos lácteos

  • Dieta para el reflujo gastroesofágico

Partiendo de la base de que el reflujo gastroesofágico es la regurgitación del contenido del estómago hacia el esófago debido a la incompetencia del cardias, la dieta en este caso seguiría las siguientes recomendaciones:

  1. Consumir alimentos que aumenten la presión del esfínter esofágico inferior y evitar los alimentos que reducen la presión del EEI.
    1. Aumentan la presión del EEI: carnes magras, pescados blancos, alimentos poco ácidos como el arroz, las patatas, el pan, etc. y fármacos como los procinéticos y los antiácidos.
    2. Disminuyen la presión del EEI: alimentos como el café, la menta , el chocolate, el té, jugos ácidos como la naranja o el tomate, etc. También, el tabaco, el alcohol y  fármacos como los dopaminérgicos y la progesterona.
  2. Aumentar la frecuencia en la ingesta, evitar comidas copiosas, bebidas con gas y evitar beber mucho líquido en las comidas.
  3. Evitar tumbarte después de haber comido, siendo más aconsejable estar sentado durante los minutos posteriores a la ingesta.
  4. Evitar situaciones que favorezcan la presión intraabdominal, principalmente tras la ingesta.

  • Dieta para la diarrea

Se basa en una dieta pobre en residuos y estimulantes gastrocólicos como el café, el chocolate, el tabaco, la lactosa, etc.

Se hace en diferentes fases de manera escalonada:

  1. Fase 1: dependiendo de la gravedad se puede realizar ayuno hasta de 24 horas o bien iniciar la dieta con líquidos, como agua de zanahoria o de arroz, limonada natural, etc.
  2. Fase 2: entre dos y tres días. Se basa en alimentos blandos como sémola de arroz, puré de patatas, pan tostado, plátano maduro, etc.
  3. Fase 3: se introducen alimentos proteicos como la carne y el pescado blanco cocinados de manera saludable.
  4. Fase 4: se añaden los purés de verduras de fácil digestión como la calabaza y el calabacín. También se pueden añadir frutas maduras como el plátano y la pera.

  • Dieta para el estreñimiento:

Se basa en la dieta rica en residuos(fibra).

Algunas de las recomendaciones más importantes en esta dieta son: 

  1. Consumir entre 25 y 30 g de fibra diaria, mayoritariamente de frutas y verduras.
  2. Incrementar la ingesta diaria de agua y el consumo de alimentos ricos en agua(verduras, zumos, caldos, etc.)
  3. Evitar alimentos astringentes como la patata, el membrillo y el arroz blanco.
  4. Tomar alimentos prebióticos y probióticos para mantener saludable la flora intestinal.

  • Dieta para la intolerancia a la lactosa:

Las recomendaciones en esta dieta se basan en:

  1. Evitar en la medida posible los lácteos que produzcan más síntomas.
  2. Aportar suficiente calcio y proteínas lácteas que no produzcan síntomas.
  3. No suprimir los quesos curados ya que poseen poca cantidad de lactosa.
  4. El yogur en pequeñas cantidades es un alimento que se puede introducir poco a poco en el tiempo ya que tiene cantidades de lactosa pequeñas al ser transformada la misma en ácido láctico.
  5. Utilizar alternativas a los lácteos como las leches vegetales de avena, almendra, avellana, etc.

  • Dieta para la celiaquía:

Se basa fundamentalmente en la exclusión total del gluten en la dieta de forma permanente. El gluten se encuentra en cereales como el trigo, la avena, la cebada, el centeno, la espelta, etc.

Sin embargo cereales como el arroz, el maíz, la quinoa y el mijo si están permitidos ya que están libres de gluten.

Imagen obtenida de freepik: Foto de Comida creado por master1305 – www.freepik.es

Por tanto, teniendo en cuenta la relevancia de seguir una adecuada estrategia nutricional en cada proceso, es importante realizar un llamamiento general a la población y recordar que “somos lo que comemos”, por tanto, para llevar una vida sana a lo largo de nuestra vida no podemos dejar de lado NUNCA la dieta sana y equilibrada, independientemente de si tenemos o no patologías de base.

Igualmente decir que estos son solo algunos de los numerosos ejemplos de estrategias a seguir en cada patología. Desde el blog, se os anima a que sigáis visitándolo para seguir conociendo mas recomendaciones en futuras publicaciones.

Imagen obtenida de freepik: Vector de Comida creado por macrovector_official – www.freepik.es

Fecha de última modificación: 11/03/2021

Sin categoría

Frutos secos y salud

Los frutos secos son un grupo de alimentos muy variado que en los últimos años se ha ido estudiando cada vez con más profundidad, descubriendo poco a poco sus múltiples beneficios y desmotando mitos como que al ser muy calóricos favorecen la obesidad o que son perjudiciales para los niveles de colesterol. En esta entrada vamos a explorar cómo al incluirlos en nuestra alimentación cotidiana, podemos aprovecharnos de sus propiedades y mejorar nuestra salud.

Composición nutricional de los frutos secos

Los frutos secos presentan un bajo contenido de hidratos de carbono, y son ricos en proteínas (10-30%) y grasas (30-60%), especialmente ácidos grasos mono y poliinsaturados. Las nueces, por ejemplo, contienen ácidos grasos omega 3, con propiedades cardioprotectoras. Son además, junto con las legumbres, la fuente principal de proteínas vegetales, por lo que serán grandes aliados en las dietas ovo-lacto vegetarianas y veganas o en caso de querer reducir el consumo de carne, evitando las grasas saturadas que contienen los alimentos de origen animal.

En cuanto a los minerales, son ricos en potasio, calcio, fósforo, hierro y magnesio y contienen fibra insoluble (100gr de almendras contienen 14gr de fibra, frente a los 9gr de fibra que contienen 100gr de harina de trigo integral). Además contienen fitoesteroles, que evitan la absorción intestinal de colesterol por competencia, al tener una estructura molecular similar.

Algunos ejemplos de frutos secos

Este grupo de alimentos es bastante heterogéneo, por lo que vamos a hablar de forma específica de alguno de ellos:

  • Almendras: Son los frutos secos más ricos en ácidos grasos monoinsaturados, fibra y calcio. Junto con las nueces y las avellanas, son las que tienen más contenido en ácido fólico.
  • Nueces: Tienen unas propiedades cardioprotectoras demostradas por su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados omega 3.
  • Anacardos: Ricos en ácido oleico y linoleico, que ayudan a reducir el LDL y aumentar el HDL.
  • Cacahuetes: Gran fuente de proteína vegetal y vitamina B3.
  • Castañas: Son los frutos secos con más contenido en hidratos de carbono.
Imagen obtenida en freepik

Frutos secos y salud cardiovascular

La cantidad recomendada para obtener beneficios del consumo de frutos secos es de al menos unos 30gr (aproximadamente un puñado) tres días a la semana.

Múltiples estudios han demostrado que el consumo regular de frutos secos se asocia a un menor riesgo cardiovascular y de diabetes mellitus tipo 2. El fruto seco más recomendado y estudiado en el campo de la salud cardiovascular son las nueces, por su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados.

Sin embargo, los nutricionistas insisten que el consumo de frutos secos por sí solo no basta para llevar una dieta cardiosaludable, sino que debe combinarse con una dieta equilibrada y completa, como es el caso de la dieta mediterránea. El estudio Predimed del Ministerio de Economía y el Instituto de Salud Carlos III demostró que combinar la dieta mediterránea con el consumo de frutos secos (en concreto nueces, avellanas y almendras) reduce de forma significativa el riesgo de eventos cardiovasculares como el infarto de miocardio o el ictus.

Cómo sacar partido a los frutos secos

A pesar de que los frutos secos se pueden comer de forma aislada, pueden consumirse también junto a otros alimentos e incluirlos en diferentes recetas del día a día.

Es muy importante recordar que siempre es preferible que los frutos secos que comemos sean al natural o tostados, sin sal ni azúcares añadidos, evitando los combinados fritos de frutos secos o los frutos secos tostados con miel y azúcar.

Son unos buenos aliados para tomar como snack saludable en los almuerzos de media mañana o en las meriendas, ya que al tener una textura crujiente, son más saciantes a nivel psicológico. Además son fáciles de transportar, no manchan y no necesitan recipientes ni conservación especiales para comerlos en cualquier lugar o situación. Se pueden combinar con yougr, fruta, ensaladas, guisos, utilizarse para hacer salsas…  En el caso de pacientes mayores o con problemas para la masticación, podemos recomendar que trituren los frutos secos y los añadan a productos lácteos para facilitar su consumo.

En definitiva, los frutos secos son una fuente saciante de proteínas, fibra, minerales y ácidos grasos saludables con propiedades cardioprotectoras. Son fáciles de transportar y consumir de maneras muy versátiles y variadas. Por tanto, desde el blog os animamos a probar a consumirlos y beneficiaros de todas sus propiedades, variedades, sabores y texturas.

Fecha de última modificación: 03/04/2022